Fotos y discurso de la Toma de posesión

Palabras del Lic. José Ernesto Becerra Golindano, Presidente de la Academia de Historia del Táchira, en la Sesión Solemne del 23 de mayo de 2010


Como tachirense, como hombre formado en los valores de la montaña transmitidos ancestralmente en los ambientes familiares, mi primera palabra es para agradecer a Dios el don de la vida y sus experiencias, siendo la de hoy una de las más gratas. Y también honrando mi gentilicio, me encomiendo a Nuestra Señora de La Consolación y al Santo Cristo de La Grita, patronos del Táchira, en esta gestión que apenas empieza. Agradezco también a los Individuos de Número de la Academia de Historia del Táchira la confianza demostrada en la elección, no serán defraudados. Agradezco también, como estoy seguro es el caso de quienes nos dedicamos a este tipo de menesteres, a mi familia, a la Ingeniero Ledy Morales Colmenares, mi esposa, a mis hijos Ernesto José y Maria Angélica, a mi hermano Gonzalo Enrique y mi sobrina Rossi Arleen quienes han sido telefonistas, mensajeros, secretarios y ayudantes durante el tiempo que ejercí la Secretaría de la Academia, y ahora tendrán mas trabajo apoyando al Presidente. Agradezco a los Presidentes que he conocido durante el tiempo que llevo en la Academia, el Dr. José Pascual Mora García y el Dr. Roberto Esteban Avendaño, quienes me honraron con su confianza y otras bondades, que son importantes a la hora de la designación. Palabras especiales para mi Profesor de Historia de América en la Universidad Católica, el eminente licenciado Nerio Leal Chacón por su apoyo y orientación, a mi excelente amigo el Dr. José Joaquín Villamizar Molina quien me abrumado siempre con sus deferencias y a Mons. Raúl Méndez Moncada, lujoso Decano de esta Academia, cuya experiencia es un valor incalculable para todos nosotros. Tendría palabras de elogio para todos y cada uno de los demás Académicos pero invoco su comprensión en aras del tiempo.
El origen de nuestra actividad académica se pierde en la historia y lo encontramos en la mitología. Tendríamos que remontarnos a Ekademo, según otros, Academo, personaje de la mitología griega, quien tenía una propiedad en las afueras de la Atenas de aquellos imaginarios tiempos. El terreno, con jardines y árboles, empezó a conocerse con el nombre del dueño. El lugar era tan agradable que Aristocles, mejor conocido por su sobrenombre, Platón, compró terrenos en la zona, probablemente en el 361 ac, otros señalan el inicio de actividades en 387 ac, y usó el nombre para el establecimiento que decidió crear para estudiar lo que hoy llamaríamos filosofía y otros saberes. El Emperador Justiniano cerraría la Academia casi 9 siglos después.
Para algunos, la más importante Academia de la antigüedad estuvo en Alejandría, el Museo. Al principio un museo era Templo de Musas, pero cerca de la Tumba de Alejandro Magno, Ptolomeo I Soter, uno de sus sucesores, estableció este Museo que tuvo actividades similares a la de una Academia. Por cierto este mismo Ptolomeo es el fundador de la Biblioteca de Alejandría.
Desde el primer siglo de la era cristiana hubo academias en la Galia, hoy Francia. También hubo alguna creada por hebreos e incluso en Mesopotamia. Algo similar hicieron los árabes quienes las llevaron al sur de España. Más reciente es el Instituto de Francia, establecido formalmente en 1795, pero cuyos orígenes se remontan a 1629, en el cual la segunda de las cinco secciones que tiene, denominada Academia de las Inscripciones y Letras Antiguas, se ocupa de la Historia, la Arqueología y la Literatura Clásica.
En lo que hoy es Alemania se creó en 1700 la Academia de las Ciencias de Berlín, bajo la conducción del excepcional Gottfried Leibniz, una de sus cuatro secciones, la tercera, se ocuparía de la Historia Nacional. Se creó también la Academia Imperial de Viena, en 1846, una de sus dos secciones fue de Historia y Biología,
En Inglaterra se crea en 1901 la Real Academia Inglesa, la primera de sus cuatro Menciones es Historia y Arqueología. Para concluir este apretado resumen europeo, mencionemos que la Academia de la Historia Española fue establecida en 1738. Hitos similares se encuentran en la mayoría de países del mundo, incluyendo por supuesto los de nuestro continente, donde mencionaremos la creación de la Academia Colombiana de la Historia el 9 de mayo de 1902,
En Venezuela, la Academia Nacional de la Historia, fue creada el 28 de octubre de 1888 por el Dr. Juan Pablo Rojas Paúl, en el momento Presidente de la República y que ya en sus tempranos veintes había presidido un Academia de la Historia de origen privado y que duró entre 1848 y 1849. En el Táchira la primera fecha emblemática de esta Institución es la de su fundación hace 68 años, en 1942, testigo de excepción de tal suceso es Mons. Raúl Méndez Moncada quien es a su vez miembro del grupo fundador y Decano de nuestra Academia. La segunda fecha es el 20 de marzo de 1950 cuando el Gobernador Antonio Pérez Vivas emitió el Decreto que le daba reconocimiento oficial al Centro de Historia. La tercera fecha sería el 23 de mayo de 1991 cuando mediante el Decreto Nº 39 del Gobierno del Táchira le da al Centro la Jerarquía de Academia de Historia del Táchira. Actualmente esta Academia tiene convenios de membresía recíproca con la Academia de Historia del Zulia, y las de Boyacá y Norte de Santander en Colombia. En los últimos días se adelantan conversaciones para un convenio similar con la Academia de Historia de Santander, con sede en Bucaramanga.
El resumen anterior es tan solo uno de los respaldos que tiene nuestra Academia. El papel institucional que nos corresponde asumir es propio de soiecades organizadas, de culturas que se superan, de una condición humana que se reconoce en permantente aprendizaje, investigación y desarrollo. Para decirlo con el texto exacto del estatuto, nuestra Academia tiene por objeto la conservación de la memoria histórica del Estado, la preservación de su legado cultural así como la promoción de la actividad creadora y de la investigación. La Directiva que se acaba de posesionar cumplirá ese mandato, tal como lo han hecho las precedentes.
Me permito agradecer el esfuerzo de cuadrar su agenda en Caracas para poder estar aquí hoy con nosotros, del Profesor José Olivar. Autor de las biografías de los Ingenieros Muñoz Tébar y Román Cárdenas en la Colección de El Nacional, y autor de diversos trabajos relacionados con la Historia de las Comunicaciones de venezuela. Aprecio en altísimo grado su gesto.
Agradezco también la presencia de la numerosa representación de la Academia de Historia de Norte de Santander. En poco más de 15 días hemos podido realizar gestos equivalentes ambas instituciones, lo que representa en las acciones nuestros sentimientos de cofraternidad Colombo-Venezolana. Ya estamos aprendiendo a decir con ustedes: Del Norte bravos hijos, cantemos con el alma, la vida por la Gloria, la Gloria por la Patria. Asi como hace poco nosotros los escuchabamos cantar en la Villa del Rosario el 6 de mayo, Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó. Sea propicia la ocasión para agradecer la invitación y las atenciones que nos brindaron en Cúcuta. Lleven también nuestro saludo a los que no pudieron venir, entre otros al Pbro. Edwin Avendaño que hizo todos los esfuerzos por acompañarnos. Al Dr. Pablo Emilio Ramirez Calderón, excelente anfitrión y colaborador, al Prof Perea Perea cuyo carácter tan jovial expande su alegría entre nosotros, al Dr. Alfredo Bustos, gran caballero, y al personal de la Oficina de la Academia y todos sus colaboradores. Quisiera destacar la amistad y relación de trabajo que une a este servidor con el Dr. Gustavo Gómez Ardila, Secretario de la Academia de Historia de Norte de Santander. Dr. Gomez Ardila: la analogía y carácter simultáneo de nuestras funciones me han brindado el altísimo honor de su amistad, agradezco mucho su presencia. En similar sentido valoro la presencia del Ingeniero Luis Eduardo Lobo Carvajalino, el Dr. Olger García, el Dr. José Cuadros Suárez, el Dr. Ciro Pérez, el Dr. Rafael Santafé y el Dr. José Antonio Amaya. Gracias por venir.
Quiero también expresar mi agradecimiento al Coral Voces Amigas de Nazaret, de la ciudad de Táriba, con especial deferencia a su Director, el Profesor Carlos Humberto Peña Sánchez, con quien me unen lazos de amistad hace mas de 8 lustros.
Están presentes además otras personalidades representantes de diferentes instituciones, también amigos y colegas que sería largo nombrar, me ha dado mucho gusto que me hayan acompañado, que hayan acompañado a esta nueva directiva, que hayan acompañado a la Acaemia de Historia del Táchira. Muchas gracias.

CLICK EN CUALQUIER IMAGEN PARA AGRANDAR








Dr. Pablo Chacón Medina, presidente de la Academia de Historia de Norte de Santander


Orador de orden, Dr. Ildefonso Méndez Salcedo