Diario de La Nación 4/02/1993


Escrito en Táriba

Táriba y la Grita, ultima visita de Sucre a Venezuela

José Ernesto Becerra Golindano


Táriba y La Grita son los últimos destinos del itinerario del Mariscal Antonio José Francisco de Sucre en Venezuela. Estuvo muy pocos días debió retirarse antes las exigencias de los jefes militares, de la zona quienes seguían instrucciones de Páez.
Es natural entender que la visita del Mariscal fue un acontecimiento en nuestra ciudad hace ciento sesenta y tres años. Entre otras cosas recuerdan al prócer el nombre de una de las principales plazas, uno de los clubs y algunos establecimientos comerciales y de transporte.
Sucre Había realizado sus últimas actividades en Venezuela, antes de la corta estancia que acá reseñamos, en 1820 durante el Armisticio y los preparativos de la Campaña de Carabobo. En esos días no tenía aún fama, diciendo Bolívar a O`Leary que lo haría conocer y que vislumbraba para él una gloria similar a la propia.
El entonces General Sucre tenía 25 años, cuando la situación del sur de Colombia se complica y El Libertador lo comisiona para que dirija las operaciones en esa zona. Cuando marcha al Sur, además de su rango, había sido jefe del Estado Mayor del Ejército y Ministro Interino de Guerra.
No vuelve a Venezuela, la Campaña del Sur que culmina con la Batalla de Pichincha y la Independencia del Ecuador prolongan su ausencia hasta 1822. En 1823 se compromete con una quiteña, Mariana Carcélen y Larrea y poco después parte a Lima, no regresa a Quito sino después de cinco años largos. En Perú se convierte en la máxima autoridad pero muy comprometido frente al poderío español.
En 1924 es Sucre quien derrota al último ejército español con posibilidades de victoria en América, en la Batalla de Ayacucho. Hasta 1828 está en el Alto Perú y la recién creada república Bolívar, desde allá se casa por poder con la Marquesa de Solanda. En 1929 apenas iniciada su vida de casado debe comandar el ejército que enTarquí derrota una invasión peruana por asunto limítrofes.
En enero de 1830 debe incorporarse como Diputado al Congreso, había sido electo por Cumaná, y viaja a Bogotá. Incorporados los representantes de toda Colombia, la Gran Colombia, resulta electo Presidente del Congreso. Por esos mismo días, en plena crisis separatista de Venezuela y en Ciernes la ecuatoriana, Bolívar bautiza el congreso como “Admirable”, por las tareas que debía enfrentar.
La situación es tan difícil que se nombra una comisión de altísimo nivel, encabezada por el propio Presidente y Vicepresidente del Congreso, para trasladarse a Caracas y tratar de resolver la crisis. Salen de Bogotá Sucre y el Obispo José María Estévez, el vicepresidente. En Pamplona reciben un mensaje del Jefe Militar del Occidente de Venezuela, el General Santiago Mariño, quien les advierte que no puede atravesar el río Táchira. Sucre considera que como Presidente y Comisionado del Congreso no tiene por qué acatar tal orden y el 13 de marzo de 1830 llega a Táriba, iniciando su última visita a Venezuela.
En Táriba reciben a un emisario de Mariño quien le exige retroceder. No lo hacen, es 16 de marzo, llegan a La Grita, se repite la experiencia en tono más fuerte y los comisionados regresan a la Villa del Rosario. Del 18 de al 21 se reúnen con comisionados de Páez, las conversaciones fracasan y Sucre, apenas regresa a Bogotá renuncia a la Presidencia del Congreso. Pocos días después de la salida de Bolívar de Bogotá hacia Cartagena, sale Sucre hacia Quito, con el desenlace fatal de Berruecos.
Ayer se cumplieron 198 años del nacimiento del Mariscal y dentro de algunas semanas se cumplirán 163 de aquellas últimas visitas.