Diario de La Nación, 4/11/1996

Escrito en Táriba

El Doctor Antonio Pérez Vivas


José Ernesto Becerra Golindano


Durante 8 años, 1950-1958, el Táchira fue gobernado por el doctor Antonio Pérez Vivas, quien acaba de fallecer en Caracas el pasado 30 de octubre. Había nacido en Michelena en la segunda década de este siglo, hijo del respetado Don Elio Pérez Sánchez y la honorable señora Celina Vivas Pérez, hermano de Elina y Martha, fallecidas. De Isabel y de Elio Enrique, también fallecido. Era nieto de José Asunción Pérez Rosales y Doña Isabel Sánchez, bisnieto de Antonio Pérez Arrellano, hermano del fundador de Michelena Pbro. Dr. José Amando Pérez y de Doña Gregoria Rosales.
El pesar de la ausencia física nos acompañará siempre, hasta que ojalá nos reunamos de nuevo en alguna otra dimensión. Pero el trillado lugar común que apuesta por la presencia espiritual, se convierte en realidad cuando se trata de alguien como Antonio. La fuerza de su personalidad y sus convicciones pueden percibirse aún ahora y seguirán presentes permitiéndonos asumir que es como un viaje, o como alguien acá en Táriba podría señalar: un desencuentro.
En 1987 publicó el libro “Hegemonía Andina y Pérez Jiménez”, y en el prólogo de Roberto Vetancourt se lee: …” Antonio Pérez Vivas sigue siendo el mismo que conocí en la juventud: cordial, sincero, veraz, leal, íntegro, generoso, generoso, amplio, y por sobre todo auténtico, fiel a sus amigos, a sus principios, a su honor y a su hombría de bien. …la suya como pocas, es una amistad que honra”.
En 1966 apareció su obra “Psicología Tachirense y Desarrollo “ y allí escribió sobre sí mismo lo siguiente: “ Unido por la sangre durante varios siglos a esta tierra, me siento igualmente ligado a su destino por mi educación radicalmente tachirense. En el regazo materno recibí la lección que enseñan a sus hijos la mayoría de las madres nuestras, la lección de la bondad consiente que es fruto de amor constructivo y a mi padre debo una inclinación que me ha sido muy útil: cuando él mismo no tenía más nada que decirme, me encomendaba a los libros que son los mejores maestros que han forjado los siglos. Tenía yo muy corta edad aún cuando cada noche, después de la cena frugal en el hogar sencillo, a la luz de una humilde lámpara de carburo, se turnaban mi buen padre conmigo en la lectura de un Canto de la Divina Comedia, una carta de Lord Chesterfield o un vibrante capitulo de Venezuela Heroica”
Conversar con el Dr. Pérez Vivas siempre resultaba una experiencia. Combinaba la expresión de sus ideas expuestas con elegante vehemencia y las agudas preguntas que exigían al interlocutor concentrarse para mantenerse en el mismo nivel. Defensor de grandes causas como la del carácter especial del tachirense, la eficiencia que debía tener los gobiernos de algunos militantes partidistas le habían cercenado. En lo personal, sabía hacer sentir el gran afecto por su familia, acompañado en todo por su esposa Pepaía, se ganó el respeto de quienes lo trataron. Era la expresión del ser tachirense que tanto alabó y defendió.
Fue un excelente jurista, Gobernador del Estado Táchira, ministro, profesor de la UCABET, empresario, columnista de prensa, escritor. Sin lugar a dudas un gran hombre y uno de los mejores tachirenses de este siglo.